¿ Alguna vez te ha pasado mientras te bañas que al terminar de enjabonarte se acaba el agua? o tambien, ¿mientras estas en tu casa sabes que se te está olvidando algo pero no te acuerdas que era hasta que ya te fuiste? ...O por una sola vez ¿te ha pasado que te quedas viendo la inmensidad del cielo? y es entonces que te limitas a observarlo, esos exquisitos colores, aquellas hermosas texturas, las figuras que tu imaginación dibuja delineadas en dorado por los rayos del sol, ¿cómo es que le llamas a eso bajo lo que estas?, ¿no te recuerda por un momento el diminuto ser que eres?, -como algo mas ocupando un espacio-, ¿haciendote sentir débil? ¿haciendote sentir vulnerable? Empiezas a recordar que necesitas de eso a lo que la gente llama aire, que llene tus pulmones a cada insuflación, aunque realmente no sabes con certeza que es eso que por tu nariz entra. Aire frío que empiezas a perseguir en tu cuerpo, pasando por tu garganta, llegando a tu pecho donde se mezcla con las sensaciones, donde se abraza con los sentimientos. Es como aire que a la vez te asfixia, pero es lo único que te asegura que estas vivo porque los libros asi dicen que tiene que ser.
Para estas alturas ni tu mismo te recuerdas, ¿por qué habrían de hacerlo los demás?, tal vez estan mas preocupados por estar pensando en lo mismo que en tu mente esta pasando.
Y es ahora que te das cuenta que nunca muestras tu verdadera esencia, que la ocultas con recelo como tu objeto más preciado, buscas el destierrro cuando alguien se acerca lo suficiente como para conocerte, pero cuando estabas a punto de dar con el porque un suspiro te interrumpe, y... y... terminas donde comenzaste, tan solo viendo el cielo...
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